Emprendedores: ¿tienen en sus planes el mercado de capitales?

«Si ser emprendedor consiste en descubrir lo que otros tienen en frente pero no ven, en crear, inventar, innovar sobre lo que la mayoría considera improbable, entonces la incursión en determinado momento de madurez del negocio en el mercado de capitales tiene que formar parte de los planes de todo entrepreneur que se precie de tal.»

Con este primer adelanto, los dejo con Federico Sosa Valle*, que con un post muy interesante, inaugura sección de invitados en Tutiblog;)

Con mucho gusto acepté la amable invitación de Magdalena a participar en su blog, que mantiene una consistente trayectoria en el abordaje de temas sobre entrepreneurship, sin perder de vista una inexorable relación con la esfera política. Descontando que tendré por lectores a emprendedores de carne y hueso, considero que mi principal aporte habrá de pasar entonces más que por afirmar algo en particular, por preguntarlo.

Mi impresión es que los entrepreneurs argentinos descartan de plano y ab initio toda posibilidad de contar en algún momento con el acceso al mercado de capitales, es decir financiación de mediano y largo plazo mediante la oferta pública de títulos de renta variable –acciones- o fija –bonos, como las obligaciones negociables, por ejemplo.

Espero no estar en lo cierto y encontrar a numerosos contradictores entre los comentaristas a esta entrada; en cuyo caso quedaré inmerecidamente recompensado por mi equivocación. Sin embargo, los relatos exitosos de emprendimientos argentinos que uno está acostumbrado a leer en los medios gráficos invariablemente concluyen con la valuación de la empresa o la noticia de su venta, y todo queda ahí.

En contrate, estamos acostumbrados a leer, aún en los momentos de la actual crisis, en los medios como “The Economist”, “Financial Times” o “The Wall Street Journal” los lanzamientos de suscripción pública (IPO, inicial public offering) de firmas que buscan seguir expandiendo sus negocios y que originalmente fueron start-ups: Vodafone, Microsoft, Apple, son los más notorios ejemplos a evocar. Sin embargo, su número y variedad son mucho más significativos. De hecho, ya es todo un lugar común argumentar que la mayoría de las firmas listadas en el Dow Jones de hoy, hace treinta o veinte años, no existían.

Lamentablemente, la nuestra es una cultura empresarial completamente ajena a tales noticias. Hace treinta años, cuando los medios electrónicos no existían, era vital escuchar por radio la lectura el listado de las cotizaciones en la Bolsa de Buenos Aires. Hoy escucharíamos casi los mismos nombres que entonces. Algunos papeles ya no están, es cierto, pero los nuevos provienen casi exclusivamente de grandes inversiones en privatizadas. Por supuesto que tales inversiones son bienvenidas, pero también nos gustaría escuchar a nuevos cotizantes lanzando una suscripción de acciones, como el modo de continuar con el desarrollo de lo que alguna vez, atrás en el tiempo, había comenzado con la idea de un negocio.

Lógicamente deben de haber razones de entidad para que los sucesos se desarrollen del modo que conocemos –dejo a cargo del lector su enumeración. Sin embargo, más grave sería que los emprendedores argentinos se hayan sacado de la cabeza –o que no se la hayan planteado nunca- la meta de impulsar el crecimiento de sus start-ups recurriendo al mercado de capitales.

Si ser emprendedor consiste en descubrir lo que otros tienen en frente pero no ven, en crear, inventar, innovar sobre lo que la mayoría considera improbable, entonces la incursión en determinado momento de madurez del negocio en el mercado de capitales tiene que formar parte de los planes de todo entrepreneur que se precie de tal.

Del momento en que se hace tal planteo, emergen dos cuestiones a resolver: la primera es relativamente manejable y consiste en redefinir la concepción del emprendimiento teniendo en cuenta que, en determinada etapa, éste deberá poder cumplir con los requisitos económicos, financieros y legales para cotizar en bolsa.

La segunda cuestión es todavía más ardua: dilucidar qué barreras al acceso al mercado de capitales provienen de las características del negocio mismo y cuáles dependen del marco institucional del propio mercado de capitales.

Digo que esta cuestión es más ardua porque solamente el primer tipo de barreras dependen del entrepreneur mismo, en tanto que las restantes son objeto de la formulación y propuesta de una política en la materia.

En la Argentina un emprendedor también tiene que interesarse por la política de modo sano: tiene que entender que también en el terreno institucional queda mucho por hacer y que ello pasa por la formulación de políticas públicas.

Igualmente, no es una cuestión de alarma o lamentación, si no de desafío. Después de todo, el término entrepreneur es francés porque fue precisamente Jean Baptiste Say quien lo acuñó para referirse a la nueva clase de empresarios que se abría camino por su propia cuenta en la Francia de… la segunda mitad del Siglo XVIII, época convulsionada y en la que nada se daba de modo fácil tampoco.

*Federico es abogado (UBA) y Magíster en Economía y Ciencias Políticas (ESEADE), desarrolla su actividad profesional en las áreas de derecho de seguros, societario y concursal. Tiene un blog sobre el pensamiento de F. A. Hayek titulada “Notes on Hayekian Social Thought”

** En la imágen: Saint Eligius vía Venetianred

Esta entrada tiene 6 comentarios

  1. Polras

    Sospecho q una buena alternativa es q la pymes se introduzca de a poco en el Mercado de Capitales.
    Hay opciones como cheques de pago diferido y obligaciones negociables que pueden testearse en la previa a una IPo.

  2. Federico Sosa Valle

    Estimado Polras:
    Completamente de acuerdo con vos. Es más, las que mencionás son las herramientas apropiadas para un PYME en el mercado de capitales. La cuestión es plantearse si necesariamente toda la historia tiene que culminar ahí, o si se puede ir más lejos. Igualmente, nada se compara con estar en el terreno mismo, que es donde se ponen en evidencia las razones por las que las cosas salen de uno u otro modo. Saludos y gracias por el comentario!

  3. Mauro

    Leo esto como quien lee algo sobre, no sé, vida en Marte. Evidentemente, el tema Mercado de Capitales es más cercano a alguien habituado al manejo de números o por lo menos, amigo a la idea de «buscarle financiación… sustentable» a un start-up(SU).
    Lamentablemente, creo que si un grupo de personas tiene una idea, y carece de alguien «amigo de los números» entre sus filas, y con el acercamiento al tema, ese SU tendrá que contar con el empeño y voluntad de sus componentes, así como el acceso a «las tres F: friends family fools» para darle vida al tema. Propongo desde estas líneas que varios amigos de los números creen un «radar de oportunidades+ filtro de start-ups», que ayude a calcular la oportunidad de un emprendimiento de lograr capital (o al menos presencia) en esos mercados, y lo re radar va por «andá por ese lado, que tenés más posibilidades».
    Digamos un web analytics chiquito, que navegue en el (complejo) mundo bursátil del «mercado de capitales». En fin, my 5 cents.

  4. Federico Sosa Valle

    Hola Mauro: Soy más escéptico que vos. Aún teniendo una buena versación en temas financieros, para arrancar -y seguir- vas a seguir necesitando de las tres efes. Es mi impresión. La pregunta es dónde termina la historia cuando te comience a ir bien y tenerlo en cuenta desde el primer día. Saludos y muy bueno tu comentario!

  5. panchote

    Estimados, el mercado de capitales no lo componen únicamente los instrumentos de oferta pública. Los constituyen desde personas (inversionistas ángeles, familiares, etc.), fondos de inversión de capital de riesgo (venture capital), fondos de inversión de capital de desarrollo (private equity) y finalmente bancos e instrumentos de oferta pública como acciones y bonos.
    Cada uno de estos instrumentos se ajusta mejor a un distinto grado de desarrollo de una empresa.

    (http://www.google.cl/imgres?imgurl=http://hamelinterests.com/wp-content/uploads/2010/06/BusinessLifeCycle.jpg&imgrefurl=http://hamelinterests.com/investment-criteria/hamel-private-equity/&usg=__mUyzKWdPVpjMNn-oD14240qqQ6Q=&h=548&w=1191&sz=45&hl=es&start=1&zoom=1&tbnid=ZpIPZFdG_3jAyM:&tbnh=69&tbnw=150&prev=/images%3Fq%3Dbusiness%2Bcapital%2Bmarkets%2Blife%2Bcycle%26um%3D1%26hl%3Des%26safe%3Doff%26sa%3DN%26biw%3D1639%26bih%3D776%26tbs%3Disch:1&um=1&itbs=1)

    Por ejemplo una empresa sin utilidades y recien partiendo no puede financiarse en la bolsa porque por su naturaleza los inversores exigen un nivel de información e historia que la empresa no podrá entregar.

    En el caso de latinomaérica el problema es que el ciclo de financiamiento no es continuo y existen escalones que no están llenos lo que hace peligrar a las empresas, especialmente en early stages. Por ejemplo existen capitales semilla pero el capital de riesgo es casi inexistente.

  6. Federico Sosa Valle

    Estimado Panchote:

    Estoy en un 100 % de acuerdo con vos, el mercado de capitales no lo componen únicamente los instrumentos de oferta pública. De hecho, en los países que reciben inmigración, los negocios de los inmigrantes (pequeñas tiendas, por ejemplo) tienen como mercado de capitales a su propia colectividad y funcionan muy bien así.

    Lo que estaba preguntando en realidad es hasta dónde el emprendedor se plantea llegar. Desde ya que una empresa que hace oferta pública de sus acciones ya hace tiempo que dejó de ser un emprendimiento. Sin embargo, muchas de las firmas que cotizan en la Bolsa de Nueva York alguna vez lo fueron, y no hace tanto tiempo. El ejemplo que uno generalmente encuentra es el de Microsoft. Nadie está plateando que arranques una empresa financiándote directamente en la bolsa de valores, sí que lo incorpores como una posibilidad para una etapa ulterior del proyecto (i.e.: cuando tenga el historial suficiente como para lanzarse a la oferta pública de sus títulos y valores, como vos bien decís).

    Tu último párrafo me parece más jugoso. Precisamente, en países como la Argentina el marco institucional es decisivo. Por eso también propongo poner en discusión si un emprendedor debe aceptar el marco legal y político como un dato o si también tendría que incursionar en la propuesta de políticas públicas.

    Saludos!

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